Las aceitunas, uno de los tesoros de la dieta mediterránea

Las aceitunas, junto con el aceite de oliva, son uno de los alimentos estrella de la dieta mediterránea. Es cierto que contienen una cantidad considerable de grasas: casi la tercera parte de la pulpa de las aceitunas es aceite. Por suerte, hemos dejado atrás la época en que las grasas estaban demonizadas y se desaconsejaba su consumo. Hoy en día sabemos que hay alimentos grasos que son auténticos tesoros, tanto desde un punto de vista gastronómico como nutricional. Es el caso del aceite de oliva y también de los frutos de los que se extrae: las aceitunas, que, además de ser deliciosas, son saludables e incluso recomendables en el tratamiento y la prevención de determinadas enfermedades.

¿Por qué es tan bueno comer aceitunas?

  • Aportan ácidos grasos omega-9, que ayudan a regular el colesterol y previenen enfermedades cardiovasculares. También tienen un papel importante en la salud del sistema nerviosos y neuronal.
  • La vitamina E que contienen es un potente antioxidante que beneficia el sistema cardiovascular y previenen determinados tipos de cáncer.
  • Tienen vitamina A, indispensable para la salud ocular y para el buen estado de la piel y las mucosas.
  • Son nutritivas porque contienen minerales como potasio, hierro, fósforo, yodo, calcio y magnesio, que, entre otros beneficios, contribuyen a la salud ósea.
  • El mineral más abundante en las aceitunas es el sodio, porque se preparan en salmuera. Esto puede beneficiar a las personas que sufren la típica sensación de mareo o cansancio provocada por la hipotensión. Ahora bien, las personas hipertensas, con problemas renales o de retención de líquidos deben moderar el consumo de aceitunas.
  • Al ser un producto fermentado, las aceitunas son un alimento probiótico que aporta beneficios a la flora intestinal y al sistema digestivo. Se debe tener en cuenta que las aceitunas pasteurizadas pierden estas propiedades.

Para aprovechar sus bondades, se recomienda comer hasta 7 aceitunas al día. Como son saladas y (según la variedad) un poco amargas, estimulan los jugos gástricos y facilitan la digestión, por eso tradicionalmente se comen como aperitivo.

En definitiva, por todos los beneficios que aportan y porque están riquísimas, os animo a recuperar el consumo de aceitunas y a probar las diferentes variedades (picual, gordal, arbequina, cornicabra…). Además, las aceitunas son un producto económico que siempre ha formado parte de nuestra cultura gastronómica. Ahora bien, os recomiendo que consumáis aceitunas preparadas de la manera tradicional y cuanto más naturales mejor. Evitad las que lleven aditivos o productos químicos, especialmente las que contengan potenciadores del sabor artificiales como el glutamato monosódico (E-621).

 

Assumpta Forteza
Dietista y asesora nutricional en Olioly

 



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