Bebidas vegetales. Por qué son buenas y cómo escogerlas

En los últimos años, las bebidas vegetales se han convertido en un producto de consumo habitual en muchos hogares. Y es que, desde las más tradicionales (como la leche de almendras o la horchata), hasta las que son nuevas tendencias (como la de quinoa o la de trigo sarraceno), hoy en día hay bebidas vegetales para todos los gustos.

Tipos de bebidas vegetales

Existen diferentes tipos de bebidas vegetales en función de los ingredientes que se utilicen como base para elaborarlas, que acostumbran a ser los siguientes: frutos secos o semillas; cereales o pseudocereales (quinua y trigo sarraceno); legumbres (la bebida de soja), y también tenemos la horchata, que se hace con un pequeño tubérculo. Además, encontramos una gran oferta de bebidas elaboradas con combinaciones de diferentes ingredientes: arroz con avellanas, avena con coco… En muchos casos se les añaden ingredientes para aportar aroma o sabor (vainilla, cacao, plátano…) o también nutrientes (como, por ejemplo, las que llevan algas para incrementar el contenido en calcio).

Y hablando de añadidos, uno de estos ingredientes “extra” que encontramos en algunas de las bebidas vegetales que se comercializan es el azúcar. Mi recomendación es que evitéis las bebidas con azúcar añadido (o con edulcorantes, o cualquier otro endulzante tipo jarabe) porque se trata de un ingrediente totalmente superfluo que desmineraliza y crea adicción.

¿Por qué es bueno tomar bebidas vegetales?

Aunque el consumo de bebidas vegetales no es indispensable, es cierto que son un buen recurso cuando forman parte de una dieta equilibrada. Hay quienes las toman todo el año con el desayuno; y ahora, en verano, apetecen mucho para una merienda fresquita y ligera a media tarde, o para hidratarse después de un día de calor o de hacer deporte. Además, el consumo de bebidas vegetales aporta algunos beneficios que vale la pena aprovechar:

  • La bebida de avena es una excelente opción si debéis seguir una dieta de adelgazamiento y también si tenéis el colesterol elevado. Como es un poco dulce, ligera y, además, la avena regula el sistema nervioso, esta alternativa vegetal puede convertirse en un buen “sustituto emocional” de la leche de vaca y ayuda a seguir unas pautas dietéticas más saludables.
  • Otra bebida vegetal que aporta beneficios, en este caso al sistema digestivo, es la de arroz: regula el tránsito intestinal i es de muy fácil digestión. Así pues, es recomendable para personas que tienen el estómago o los intestinos delicados.
  • Las bebidas de avena, arroz y, en general, todas las bebidas elaboradas con cereales (espelta, kamut, mijo…) aportan hidratos de carbono y son ideales para deportistas, niños y adolescentes, porque son nutritivas y reconstituyentes. Además, como los cereales aportan vitaminas del grupo B que favorecen el sistema nervioso, son muy convenientes cuando se sufre estrés o se tienen que hacer esfuerzos intelectuales.
  • Las que se elaboran con frutos secos o semillas contienen más minerales y grasas saludables. También son buenas para niños, jóvenes, madres lactantes y deportistas. Una de las más tradicionales, la bebida de alpiste, se utiliza de forma terapéutica en alteraciones como hipercolesterolemia, diabetes o hipertensión.
  • Aportan una dosis extra de proteínas las bebidas que se elaboran con pseudocereales (como las de quinua y trigo sarraceno), con semillas (podemos encontrar, por ejemplo, bebidas elaboradas con cáñamo, que tiene un alto contenido proteico) o con frutos secos. Son una buena opción para personas veganas y también para aquellas que necesiten una dosis extra de proteínas.

 

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de escoger las bebidas vegetales?

Tanto si las consumís porque os conviene beneficiaros de sus propiedades medicinales o nutritivas, como si lo hacéis por gusto, os recomiendo estas tres cosas:

  1. Como existe tanta oferta y variedad, aprovechadla: no escojáis siempre el mismo tipo de bebida (excepto que os lo haya recomendado un especialista), ni de la misma marca.
  2. Fijaos en las etiquetas y comprobad que no tengan ingredientes superfluos, especialmente azúcar, pero también otros endulzantes, edulcorantes, aditivos artificiales, etc.: cuantos menos ingredientes, mejor.
  3. Procurad escoger las que tengan el sello de agricultura ecológica para evitar la presencia de pesticidas.

 

Assumpta Forteza
Dietista y asesora nutricional en Olioly

 



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