Efectos sobre la salud más significativos

Mantenimiento de un perfil lipídico saludable y prevención de enfermedad cardiovascular
Cuando hablamos de perfil lipídico hacemos referencia a los niveles de lípidos en sangre que se pueden detectar en un análisis de sangre rutinario y que nos dan información del riesgo cardiovascular de una persona. En este análisis se valora el colesterol total, el colesterol LDL (colesterol metabólicamente no saludable), el colesterol HDL (colesterol metabólicamente saludable) y los triglicéridos. Es importante mantener estos parámetros controlados y dentro de la normalidad ya que un desajuste en ellos puede incrementar el riesgo de enfermedad cardiovascular.
El tipo de grasa incorporada a través de la dieta tiene influencia sobre el perfil lipídico y por lo tanto sobre la salud cardiovascular. El consumo de una dieta rica en ácidos grasos saturados (AGS) (grasas de origen animal) y de grasas trans (grasas de alimentos procesados) se relaciona con un incremento del colesterol LDL. Al reemplazar este tipo de grasas por grasas monoinsaturadas (AGMI) y ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) y el principal aporte graso de la dieta es a expensas de AGMI, el colesterol LDL disminuye. Existe también evidencia científica que demuestra que el consumo de aceite de oliva virgen extra (rico en polifenoles) se relaciona con un aumento del colesterol HDL.
La dieta mediterránea cumple este requisito. En ella el aceite de oliva es la principal fuente de grasa y también incorpora frutos secos, ambos alimentos ricos en AGMI y AGPI respectivamente.
Actualmente existe evidencia científica sobre el papel del aceite de oliva virgen extra sobre la salud. Uno de los estudios más relevantes sobre la materia es el estudio PREDIMED (Prevención con dieta Mediterránea) en el cual se ha llegado a la conclusión de que las personas con un riesgo cardiovascular elevado que siguen una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos reducen la incidencia de eventos cardiovasculares.
El estudio también demuestra que el consumo de polifenoles presentes en el aceite de oliva virgen extra se relaciona con una mejor función endotelial y una disminución de la presión arterial.

Efecto antioxidante y prevención de enfermedades degenerativas*
El aceite de oliva virgen extra posee múltiples compuestos bioactivos en la fracción no saponificable y algunos de ellos tienen un efecto antioxidante y preventivo para algunas enfermedades degenerativas. Recordemos que estos compuestos se pierden durante el proceso de refinado, es por eso que siempre se recomienda el consumo de aceite de oliva virgen extra.
Los componentes antioxidantes confieren al aceite de oliva virgen extra una autoprotección retrasando su propia oxidación, haciendo que el aceite sea más estable a la temperatura ambiental y de cocción y al tiempo de almacenado. Por otro lado, estas mismas sustancias antioxidantes junto con otros compuestos activos del aceite de oliva virgen extra se han relacionado con la prevención de la arteriosclerosis (envejecimiento de los vasos sanguíneos y alteración de la función endotelial), con la menor incidencia de algunos cánceres como el cáncer de mama e incluso se han relacionado con un mejor estado cognitivo en personas mayores.
http://www.predimed.es
Fuente: articulo original http://www.nejm.org/doi/pdf/10.1056/NEJMoa1200303

(*) enfermedades que deterioran el organismo.


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